El último show del Gran Houdini
El lenguaje de los otros me es ajeno.
Duermo en el hueco que deja el eco
de tu voz cuando te callas y tu ausencia
es un grifo mal cerrado, encadenado
a las líneas paralelas de un Predictor,
a las barras del columpio de la suerte,
al pomo de esa puerta que al abrir
uno sabe que está en casa.
El lenguaje de los otros me despierta
y me cuentas lo que has hecho entretanto
pasando el dedo distraída por la marca
que dejan en mi piel los eslabones.
Y te beso agradecido y te sorprendes
porque confundes el amor con las canciones
y el deseo suicida de ser libre con el mero
A mis mejores amigos no los he visto nunca
Todo el mundo me mira:
lo que escondes se revela
con claridad en lo que muestras, hay una jaula
dentro de cada fiera y una fiera dentro
de cada preso al que no se vigila.
Bajo esta húmeda uralita
de luz cenital me atrinchero, enamorado
de cualquiera que no me quiera como soy
sino como el hombre que imagino
descalzo sobre un camino de rescoldos
Las azoteas están llenas de gente optimista
Llego siempre tarde a mi futuro, los días
caen como ascensores que se desploman
antes de llegar a su destino, el sueño
me vence siempre en caída libre:
el corazón suspendido en la alegría
del que se duerme pensando que todo muere
al despertar y comprobar que sigue en pie
entre los escombros de sus propias catedrales.
De Lumpen Supernova (Editorial Visor Libros, 2019)