Por Diana Medina
Sebas53/10 de mayo de 2018
Es que a uno se le va la alegría. Es eso. No me digas más. No me llene la boca de miel que su lengua raspa cuando me deja detrás de la pantalla. Usted no fue la cita en el café. ¿Qué pasó, Jazmine? ¿No le prometí discreción? ¿Cree usted que yo sería capaz de faltar a mi palabra? Ahora viene y me dice que se tiene que ir y que dejará esto; esto que tenemos y que es también mi vida. Ya no diga más tonterías. Usted tiene la lengua que me falta y quiere irse. ¿Le pasó algo? ¿Puedo ayudarla? Dígame y lo hago. Mire, yo creo que lo mejor es que yo me desaparezca de aquí. Me levanto y me acuesto pensando en cuándo la veré y usted me escribe -¡me escribe sin dar la cara!- solo para decirme que lo deja. Si usted cree que puede irse así, sin dar explicaciones, es porque yo no le interesé nunca. Mire, ni me diga. Ni se atreva a escribirme. Tanto que hemos vivido y ahora se va, sin más. Me quejaré a la empresa, júrelo.
Siempre suyo de usted, pero ojalá recapacite. Escríbame. Que no le guardo rencor sino solo el mismo amor de siempre.
Rony1977/11 de junio de 2017
Jazmine que sepas que lo mío es sadomasoquismo. Te lo digo así directamente porque soy un hombre que no se anda por las ramas. Te veo y me digo, coño, pero si yo a ti lo que debería es follarte y tenerte de mujer para el resto de mi vida. Mujerón donde las haya. Pero ¿para qué te voy a mentir? Por eso es que no puedo prometerte nada porque, además, la única que me complace así es la Mónica. ¿Te dije que tiene planes de casarse? Eso dice, pero yo sé lo que le gusta, y su novio no. Mónica es una adicta, como yo. Por eso no puedo prometerte nada, Jazmine. Anoche cuando te vi por primera vez me dejaste frío. Soy un tipo con suerte. Dame tiempo a ver si se me pasa lo de Mónica. Tengo que hacerlo. No me dejes de escribir y vamos a vernos la semana que viene, que sigo con el alquiler de los pisos y ya sabes que aquí en Barcelona la fiesta la están dando los turistas. Ni te imaginas lo que pagan por 40m2. Venga, chata. Te beso toda, como anoche. Escríbeme.
#Camilo’s/24 de diciembre de 2017¿Qué, si se entera mi mujer? Mira, ella ahora mismo está en la casa con las niñas ¿Tienes hijos? ¿no? Mujer inteligente, mi bella Jazmine (ya me dirás tu nombre verdadero, porque a mí no me engañas). Yo, la verdad, nunca quise tener hijos, pero, ya sabes cómo va esto. En las entrevistas de trabajo siempre me preguntaban si estaba casado y si tenía hijos. Tonterías sobre ser serio y tal. Y yo me dije ¿pero si Marta lleva ahí, queriéndome, desde hace tanto tiempo? Listo. La mantengo, me caso, tengo un hijo –máximo- y ya. Y así de resuelto ando. Mi mujer sabe que trabajo como un asno y le doy una vida que ni soñada. Por eso, las noches son mías y hago lo que quiero. ¡Mujer, anímate! Un chupito más que la noche empieza; no me vayas a cortar así, ¿eh? Tienes unas tetas monumentales. Mira, solo como un adelanto: me gustan las mujeres bien depiladas ¿sabes? Me pones a millón con esa boca tuya. Te voy a pillar. Ya lo verás. ¿Mañana en Casa Francia? Tranquila, mujer, que te ofrezco discreción. Nos vemos y lo que surja. ¿Otro chupito?
#Elgranduque/13 de enero de 2018¿Fumas? Pues te diré algo, no creo que lo nuestro funcione. Pero lo que me sorprende, chica, es que llevamos cuatro meses así viéndonos casi a diario y nunca te había visto fumar, o sea, nunca lo habías hecho delante de mí. No te has quitado la ropa, te he respetado, no te he pedido nada, te he seguido el juego, te he visto así día sí y otro también y te he contado todo, mis mujeres, mi trabajo, mis ejercicios, mi accidente de tránsito, y tú hoy decides conectarte a las 2 de la mañana, llamarme y ponerte a fumar ¿qué te pasa, Jazmín? No me dejes con la palabra en la boca.
#Susy20 de abril de 2018
Practico sexo tántrico porque llevo mucho tiempo sola, Jazmine, quería confesártelo. Me daba un poco de apuro, pero luego, pensé, ¿sabes? ¿qué más da? Desde que soy invisible para los hombres, decidí que no me iba a dejar, entonces, una amiga me recomendó el sexo tántrico y no sabes cuánto bien me ha hecho. Ya puedo decir que estoy superando esta mala racha, y eso también gracias a ti, a tus cuidados casi diarios. Ya te he dicho que soy tu amiga para lo que quieras. A veces me gustaría tocarte. Ya sé que tú y yo no, nada. Pero es que hay días en que ni sexo tántrico ni vibrador, Jazmine. Menos mal que al menos me veo con Fátima ¿te hablé de mi vecina casada con un empresario que viaja mucho y la deja sola cada dos por tres? ¿verdad? Si no fuera por ella, yo ya me habría muerto; por ella y por ti. Como te habías perdido estos días, no te había contado que llegó un vecino nuevo; no es guapo sino agraciado. Me vio de reojo el otro día en el ascensor. Vecino nuevo, mi zorra. Las cosas se están moviendo. Escríbeme hoy, que te extraño.
Martes 15 de mayo de 2018. 8:45 @tuyyo
Hola, ya sabes que mañana hay reunión. Corre el rumor de que echarán a unos cuantos de nosotros. Deberías pasarte por la oficina hoy a ver qué se cuece por allí. ¿Saben que te enganchaste con los clientes? Espero que no. Tranquila, que yo sé guardar secretos, mi pilla.
PD: Vanesa tiró mi móvil por la ventana anoche. No aguantó más. Ya sabes, lo de siempre. Un día de estos, cojo mis cosas y me largo. Por ahora, solo por correo, ¿ok? ¿Nos vemos el viernes? Te extraño.
Tu pillo.
Martes 15 de mayo de 2018 9:10 @lovemeeting
Estimada Rosa Elena: estamos convocando a una reunión mañana a las 9:00 en la oficina. Necesitamos que vengas. Es urgente revisar las suscripciones de los clientes. También lo es que necesitamos hablar contigo para evaluar algunas bajas de suscriptores asignados a tu cargo.
Te agradecemos puntualidad
Atte
Maria Clara Garçon
Meetinglove Enterprise.
#Jesus2580/15 de mayo de 2018:
Oye, hija de puta. Que te encontré. ¿Crees que vas a calentar los huevos solo por la pantalla? Que sé dónde vives. Te lo dije. O vienes o te busco. Me gustas mucho ¿sabes? Por eso te busqué. Te lo dije. No soy un tío de esos a los que les metes la lengua en el oído y ya. Te lo dije la primera vez que te vi. Ahora, jódete. Creo que te llamas Rosa y no la mierda de nombre esa. Cuando te vea, lo sabrás. Ya verás: te voy a gustar. Tranquila, mujer. Pero, eso, que te he encontrado.
#KikoLozano88_1/ 15 de mayo de 2018 Mi cucaracha dónde te has metido, no te has conectado desde hace una semana. Quiero verte, me siento peor que nunca. Isabela quiere dejarme. Te lo dije, Cuqui, Isabela está harta de mí. Le digo que espere, que se me pasará esto y que no tengo fuerzas, pero ella me dice que soy un sinvergüenza, un vividor. Joder con la hija de puta, si hasta hace un año ¿te acuerdas? yo la mantenía, yo, joder, mi cucaracha, qué mal. Si Isabela se va, me muero. Escríbeme. Háblame. Te necesito.
#Bengalí60/15 de mayo de 2018: Mi amor: anoche te extrañé. ¿Vas mejorando del constipado? ¿Pudiste hablar con la empresa sobre lo nuestro? ¿Por qué no te conectas? Llevo días con un cansancio encima… El insomnio no me deja tranquilo. Estaré conectado hasta las tres, como siempre. Mándame un wasap, anda. No pasará nada. Seguirás siendo Jazmine2001. Te quiero, lo sabes.
Sabe que la despedirán. Vuelve a leer todos los mensajes. Vuelve a ver las grabaciones de los chats; lleva dos días poniendo todo en orden, copiando archivos, resguardando todo. Sabe que debe dejar el piso en quince días, que este invierno ha sido largo y el frío se ha colado en las teclas y que no le pagarán el resto de mayo. Sabe que no debió hacer algunas cosas con los clientes. Que Isabela no dejará a Kiko , que sería la mujer perfecta para Bengalí, aunque no le haya podido sacar el nombre verdadero pero sí su número de teléfono y su correo. Le gustaría creer que él la protegerá, que no miente sobre guardarle el secreto. El hacker anda cerca, pero la empresa ya lo ubicó y se encargarán de él y sus jueguitos. Sabe que se le hizo realidad a algunos clientes. Solo un poco, nada más. Pero esa cláusula de su contrato con la empresa es inapelable. Sabe que se acostaría con Sebas porque la llama de usted y es un buen tipo.
Sabe que desde que vio a Bengalí60 en el bar de la calle Alcalá, al mismo hombre de sus últimas 300 noches, no ha vuelto a ser la misma. Al verlo tan alegre, le perdonó el tiempo de pausa que le dio a sus encuentros porque celebró largo rato su ascenso. Lo vio y sintió un golpe en el pecho. De pronto dejó de hacer ejercicios cada mañana; de comer una hora alejada de la pantalla, de dormir mínimo seis horas; cada imposibilidad solo aumentó la tanda de cigarrillos. Bengalí la vio, pero no la reconoció. Ella es rubia, pero su peluca es negra. La miró con curiosidad, lo hizo dudar. Pero estaba muy borracho celebrando su ascenso con sus compañeros como para detenerse en algo casual. Sabe que allí estaba su novia: una imbécil que se le restregaba en la pared. Sintió ganas de vomitar por todo. Desde esa noche, Ana Paula no ha vuelto a hablarle: una noche que te saco de la mierda de vida que llevas y vas y vomitas y lloras y no me dices nada. Anda a cagar, que yo llevo trabajo como una burra, y tú no me jodes mi noche sábado.
Sabe tanto hoy que mañana ya no tiene gracia ni espanto. Saldrá de la lista de sus clientes y todo habrá terminado. Devolverá en la mañana el ordenador y el móvil de la empresa y en quince días les dejará su puto piso aunque no le pagarán el resto de mayo. Una compensación, sabe que le dirán.
Le quedan dos cigarrillos. Sabe que son las 10 de la noche y que necesita respirar, pero solo piensa en bajar a comprar tabaco y ahogarse de humo mientras lee y relee todos los chats. Esperará a Bengalí por el wasap privado. Recuerda que tiene su correo privado. Listo. Mejor así. Ahora sabe que debe ir al cibercafé para escribirle y contarle todo por correo. Por wasap, no, mejor no; no aún. Él se ve un buen tipo; con suerte, también habrá mentido y ya se imagina celebrando a risas las medias verdades recíprocas para llegar a lo cierto de sus cuerpos, de sus deseos, de sus manos. Eso. Le queda un cigarro y antes de cerrar la puerta, recuerda que el ciber más cercano está casi a 25 minutos y que esos pakistaníes abren hasta las 11:00. Sabe que debe apretar el paso en medio del frío.