Daniel Chacón Aro
pues la verdad es que a mi me sabe bien a culo
la distinción de sentido cuando hablo
cuando responden los temblores a las vibraciones de mi lengua, una luz con la que hago gárgaras
vine a enterarme de que era lámpara cuando escupí
nunca aprendí sobre los usos de la apariencia, mírame nomás
las palabras también pueden decirse por lo que no producen, la duda es lo último que se pierde
el ardor es mucho más masivo cuando se hunde la simpatía de una imagen
esta idea terapéutica de la representación. la empatía se da justamente porque es vacía
no hay un pobre negro que le tenga miedo a los dientes
aunque todos somos un imán de polvo, con el que decimos
que somos piedra, al menos, para tirárselas a los enemigos
a estas alturas somos todos homo sacer
no tiene demasiado sentido quejarse de los golpes
podríamos estar en cualquier lado, siempre que sea zona de guerra
siempre que sea circunscrito en los límites impuestos por el propio aullido
sobre todo, cuando son los ojos los que gritan e instilan el mordisco
porque hay un timbre de voz que viene de no ser escuchado y saberlo
la queja, capa de invisibilidad que paga el precio de nuestra desilusión
nos procura los medios sin acertar nunca en los fines más allá
de la única certeza aterradora que no pedimos: no fuimos hecho para sobrevivir
mejor hablar como un derrame, comerse las uñas y hasta la última señal de debilidad
trabajar de 8 a 5 24/7 con tal de no tocar la superficie de las piedras
mejor caer que quedarse colgando si rasguñar la superficie
es tomar conciencia de lo poco que se está logrando
mejor terminar amordazando el pensamiento en este eres tú
culpable este eres tú arrancado
coopera con la descomposición de la lengua
con la que te dicen estación de metro
cumplimento del deber ser
estadio exequio de cadáver desplazado por el sol
agotamiento hecho gestión
ya sé que es un fastidio tener buena carrera en lo que debe sentirse
obedecer si todo es posible convertirlo en alianzas, pero
una de mis posibilidades es contener el guaire en mi saliva
la autenticidad de mis circunstancias, esencia interna
puedo decirte tantas cosas autenticas del río adentro
pero prefiero decirte que tengo sed, una hambre estrechándoseme en el gañote
todavía hay días en los que no soy nada, pero debería ser algo, una pulsión
no percibo más que sangre frente a la mentira
todos vivimos en esa única experiencia menos tú
el único atributo de mi circunstancia tiene que ver con la traición,